Benidorm emerge desde las piedras y toca el cielo.
En Holanda, Inglaterra, Alemania, Francia incluso, Rusia…. se emiten billetes de avión, de autobús y se llenan, los menos, depósitos de gasolina de coches, cargados de personas mayores, con destino a esta ciudad del levante español. Benidorm es un experimento de sociedad multicultural y envejecida, un crisol de lo que nos espera a casi todas las ciudades occidentales en los próximos 50 años, según las previsiones. ¿Sabremos adaptarnos?
http://www.ine.es/prensa/np870.pdf
Caminar en Benidorm es un viaje en el tiempo y una propuesta de humildad para la especie humana que envejece y decrece. Sus caras arrugadas y sus saludos en mil idiomas, parecen querer decir todos lo mismo: «Recuérdame».
- fotografía de https://www.facebook.com/alejandra.anguitacorostola